La LECrim cuenta con mecanismos procesales idóneos para perseguir la violencia machista

La figura del testigo protegido o la prueba preconstituida son algunos de los mecanismos que contiene la LECRIM para perseguir y condenar la violencia de género según la abogada Cristina del Alcázar. Para la abogada, quien moderó el pasado viernes la mesa «El testigo protegido» durante el  II Congreso de Violencia de Género del ICAB, este tipo de violencia se caracteriza por producirse en la «clanderstinidad» y nutrirse del temor de la víctima. «Así, tan importante es que, de lege ferenda, se produzcan cambios normativos que permitan perseguir y combatir la violencia de género como tratar de aplicar materialmente los mecanismos que preve la ley para castigar la violencia contra la mujer por el hecho de ser mujer»,  puntualizó del Alcázar.

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